Publicado : 08-11-2022

¿ Cuándo tomar vino blanco o tinto ?

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¿No sabes en qué momento y con qué comidas disfrutar de un buen vino tinto y un vino blanco?

Estás en el lugar indicado, aquí te contaremos algunos consejos y combinaciones favoritas para un maridaje exitoso de comida y vino.

Es importante saber que el vino tinto y el vino blanco se elaboran a partir de la fermentación de uvas, pero existen algunas diferencias claves en este proceso. Al fermentar vino tinto, los enólogos dejan la piel de las uvas tintas, esto le da al vino tinto su tono rubí.

Por el contrario, las uvas de vino blanco se trituran en un jugo de uva transparente, sin la piel. Mientras que la mayoría de los vinos blancos maduran en vasijas de hierro fundido, el vino tinto envejece en barricas de roble.

Estos recipientes permiten la entrada de oxígeno al vino, suavizando la acidez. Puede que esto no parezca mucho, pero altera la textura del vino y la experiencia de tomar. Las diferentes técnicas de elaboración del vino dan como resultado vinos de degustación muy distintos.

Estos se pueden maridar con una infinita variedad de alimentos, pero ojo, porque no cualquier combinación puede hacer explotar el sabor del vino y la comida

Por esta razón te queremos contar los mejores tips para hacer ese match perfecto.

¿Cuándo tomar vino tinto?

Como regla general, la comida que elijas debe ser tan atrevida como el vino.

Por ende, si vas a comer platos salados y contundentes con buena cantidad de grasa, como por ejemplo, carnes rojas (ternera, vacuno, cerdo o cordero), asadas o a la parrilla, lo más recomendado es un vino tinto intenso y robusto, como Cabernet Sauvignon y Carmenere. Estos logran una armonía perfecta en cuanto a texturas y sabores, aunque también maridarán bien con Malbec, Syrah.

Existen otras carnes más ligeras, en este caso las carnes blancas como el pollo o pavo que se pueden maridar con un vino tinto más liviano y frutal como Pinot Noir y Merlot. Sin embargo, estas cepas también maridan bien con fiambres, pastas suaves y variedades de quesos blandos.

Si eres fanático de las comidas más especiadas estilo Mexicanas, Thai, Hindú, verduras salteadas, te recomendamos de todas maneras un Malbec, Syrah, aunque un vino rosado como un Rosé no le quedará nada de mal.

Por otro lado, los tintos también van muy bien con las pastas, si vas a prepararlas con atún, tomate fresco y pesto, te recomendamos un Pinot Noir.

Esta variedad se adapta a climas más frescos, presenta una acidez bien marcada, perfecta para maridar cuando un plato no es ni tan ligero para un blanco, ni tan graso para un tinto intenso.

Pero si eres de los que les gusta las pastas con sabores más intensos o con salsas más potentes, necesitamos vinos con cuerpo, envolventes, de taninos firmes y redondos como Cabernet Franc, Malbec, o por qué no, con un blend de Cabernet Sauvignon, Merlot o Petit Verdot.

¿Cuándo tomar vino blanco?

Aunque siempre existe un buen momento para disfrutar de un vino blanco.

Tenemos que destacar que el vino blanco con pescados y mariscos siempre será una combinación ganadora, pero si entramos en detalles encontraremos el match perfecto para cada variedad.

Si vas a preparar alimentos fritos y salados, lo más recomendando es un vino acido y voluptuoso, como un Chardonnay que logra ser un muy buen acompañante gracias a las notas frutales que posee, aunque también queda perfecto con alimentos con salsas cremosas o un pescado graso como el salmón o cualquier tipo de marisco con salsa opulenta.

Otra alternativa con la que maridará muy bien es un Sauvignon Blanc o tintos como un Merlot o Garnacha.

Las ensaladas son un acompañante que nunca falta en la mesa, existen muchas variedades y con un sin fin de ingredientes, pero lo que las une es el toque de frescor que dejan en la boca.

Si te gustan las ensaladas que llevan alguna proteína acompañada con algún queso, un vino Rosado con cuerpo es una buena opción, pero si te gustan las ensaladas más especiadas, donde hay una complejidad de sabores, necesitas un vino neutro, como un Gewürztraminer, Riesling.

Sin embargo, si eres fanático de los quesos y del vino blanco, un Rosé es la elección perfecta, ya que es lo suficientemente versátil como para combinarlo con cualquier tipo de queso. Este vino tiene la frutosidad de un tinto y la acidez de un blanco, al igual que un Pinot Noir.

A la hora del postre, asegúrate de que el vino que vas a tomar sea más dulce o tan dulce como el postre, por ejemplo, podemos elegir vinos de la cepa Moscatel de Alejandría, con la cual se producen los mejores vinos dulces, como los Late Harvest.

Sin embargo, no solo los vinos dulces acompañan bien a los postres.

Un vino seco, por lo general un espumante, combina perfectamente para maridar con helados cremosos, tortas de frutas, pasteles y flanes.